Federico García Lorca se estará revolviendo en su tumba al ver donde he aplicado su verso, pero es que me viene al pelo.
Yo soy un enemigo de las muertes pensadas para resucitar. Es decir, matar a un personaje, pero con el convencimiento de que, tarde o temprano, va a volver.
Me fastidió el horrible número de la muerte del Caballero Luna, al igual que me parecieron absurdas, en su momento, la muerte de Coloso o la de Jean Grey.
Si nos fijamos en el otro universo, crónicas de una resurrección anunciada fueron la de los dos amigos, el poli y el liberal, Hal y Ollie, GREEN LANTERN y GREEN ARROW. Iconos de una época psicodélica (los setenta), parecía que habían envejecido mal sus historias, así que a uno nos lo cargamos con una explosión y a otro lo convertimos en malo malísimo, para darle una muerte en loor de heroísmo converso.
No obstante, he de reconocer que (como rezaba el título de aquella película de Robert Zemeckis) la muerte les ha sentado muy bien. Tan bien, que hoy quiero recomendaros efusivamente sus series.
Green Lantern lleva un recorrido más corto y accesible en nuestro país. Sin necesidad de tomos recopilatorios, ni bibliotecas o libros de clásicos (salvando el tomo GREEN ARROW/GREEEN LANTERN de Neal Adams), La devolución de Hal Jordan al mundo de lso vivos ha sido muy bien llevada, creando historias memorables, con dibujantes espectaculares y con guiones de dejarte con la boca abierta.
Se puede retomar a este personaje a raiz de su tomo «GREEN LANTERN: REBIRTH», en el que nos adentran un poco en la situación que le rodea en el momento de su resurrección (dando pinceladas de su recorrido editorial hasta ese momento) para luego sumergirnos en la historia de su vuelta, épicamente narrada por Geoff Jones y Ethan Van Sciver.
Si este tomo es ya, de por sí, muy recomendable, las historias que siguen a continuación son una verdadera delicia tanto de guión (donde se va construyendo una historia pensada, con visos de continuidad) como de dibujo, ya que se intercalan autores como Carlos Pacheco (responsable de su nuevo uniforme), Iván Reis, Daniel Acuña o Ethan Van Sciver. Y las historias van completando el panteón del cuerpo de los Lantern, hasta desembocar en la gran saga de estos últimos años (con perdón de la civil war), la guerra de los Sinestro Corps.
Todo un desarrollo perfectamente planeado, en el que todas las historias que se han contado desde el inicio de la serie regular cobran importancia, porque todas forman parte de un puzzle aún mayor, y que extiende sus consecuencias para más allá de dos años editoriales.
Una labor titánica que Jonhs ha desarrollado perfectamente y de una forma coherente, haciendo que todos los elementos que formaron parte de la historia de Hal Jordan cobren realismo y estén de plena actualidad y para nada suenen desfasados.
Ahora, tras la guerra de Sinestro, las historias que leeremos en España (de la mano de Planeta) nos van a actualizar el origen de toda la saga Jordan, creando un verdadero «año uno» del personaje, a la luz de los últimos acontecimientos. Una puesta a punto que no debe perderse ningún buen lector de cómics. Y quién lo dice no ha sido nunca lector de este personaje.
Pero su compañero del alma (Green Arrow) no se queda atrás.
Su resurrección está un tanto cogida por los pelos, pero hay que reconocerle a Kevin Smith el buen hacer al realizar un cómic muy entretenido, lleno de nuevos secundarios, que cobran vida e importancia a medida que Oliver Queen va recordando su vida pasada.
Kevin Smith, Brad Meltzer y luego Judd Winnick han devuelto a GREEN ARROW la grandeza que tuvo cuando Neal Adams los dibujó a ambos, hace cuarenta años. Historias urbanas con personajes muy creibles, actuando según el esterotipo al que lo han sujeto en su creación y respetando mucho las formas en cada secundario. Lo que no impide a Winnick (el que más tiempo lleva guionizando) realizar verdaderas epopeyas mundanas que te cautivan.
Con diálogos más ágiles que en la colección de los Lantern, los números realizados hasta la fecha forman una unidad compacta en la que los personajes van creciendo y aumentado su leyenda a medida que pasan los meses. Es una colección de las que estás deseando que salga el próximo número para ver como sigue la trama, y eso, vistos los cómics que se publican, es mucho decir de una serie de un tío vestido como Robin Hood y sin poderes.
En esta jungla editorial en la que se ha convertido el mercado de los cómics (nunca antes hemos tenido tanta variedad mensual en los quioscos), las aventuras de los VERDES me han cautivado, y eso me devuelve la esperanza sobre el devenir de este mercado (esperanza que había perdido en los últimos posts).
Espero que cunda el ejemplo, y os hagáis con estas historias que están llamadas a ser clásicos con el paso del tiempo.
No lo puedo negar, echaba de menos tus posts y entradas. Me gustan mucho los comentarios, la forma de desglosar y hacer del Oráculo del Cómic. Gracias por llenar me, estos gratos ratos con tú labor.