Segunda parte de esta innecesaria historia de los mutantes… o mejor dicho, de la tragedia bíblica en la que quieren enrolar a Kurt Wagner. Y que no os engañe la sugerente portada de Terry Dodson, que su interior sigue siendo de Nord.
Sigue la trama establecida en el número anterior, por la cual, mutantes y skrulls se dan de piñas en San Francisco, mientras que una «bola-oráculo» intenta convertir a la reigión skrull a Rondador Nocturno.
Para ello recurre a la skrullizada historia del Génesis, cambiando a Caín y Abel por Brona y Skeld. Todo para venderte la idea de que la «bola-oráculo» intenta convencer a Kurt de que mutantes y skrulls son iguales, pues son rpresentantes de cambio, «y el cambio es sagrado».
Absolutamente nada reseñable en este aburrido y prescindible cómic, que no va a ninguna parte, ni aporta nada ni a la cosmogonía mutante ni a la saga en curso.
CONCUERDO TOTALMETE
Gracias. Siempre es un placer encontrar a alguien que concuerde con mis expectativas.