(Reseña del número anterior AQUÍ)
El preludio del número no deja de ser simpático. En él se ve a Norman Osborn (obsesionado, a su pesar, con Spiderman) disparando a troche y moche a Spidermanskrulls. Me imagino que muchos dibujantes han soñado con dibujar estas páginas.
Por lo demás, Christos Gage nos regala otro número insípido e innecesario, aunque correctamente dibujado por Fernando Blanco.
Dentro de sus páginas vemos a Osborn controlando a su equipo de ataque y liberándolos del dominio psíquico de los skrulls, a la vez que se preparan para devolver el golpe a los verdosos.
Todo este barullo es aprovechado por Norman para, delante de los medios que retransmiten el ataque, hacer su discurso de Salvador del país, y asegurarse cierta posición con la audiencia.
Nada nuevo en el horizonte, salvo si eres un incondicional de la serie.