Episodio final de «New ways to die».

Además, este número lleva una segunda portada con Stephen Colbert de protagonista. ¿Qué quién es Stephen Colbert? Pues es el último fenómeno de masas de la tele por cable en EE.UU.. Colbert es actor, escritor y cómico americano y es el anfitrión de The Colbert Report, y posiblemente un icono para Quesada, que es quien firma la portada (y no olvidemos que él es el Jefe máximo de Marvel, por lo que es quien aprueba este tipo de cosas)
«Colbert utiliza una forma especial de sátira para burlarse especialmente de los políticos y los medios noticiosos. Pretende ser un anfitrión de derecha en la demostración de la charla. El personaje de Stephen Colbert, el anfitrión, es una parodia de muchos líderes de opinión desinformados estadounidenses, pero en particular de Bill O’Reilly. »
«Colbert disfruta haciendo preguntas muy embarazosas a sus invitados, que lo hacen parecer un conservador de extrema derecha, fundamentalista y no muy elegante. En la vida real, Colbert es un demócrata liberal, y aunque es un católico devoto, está lejos de ser un extremista. Muchos políticos y otros americanos famosos en los medios acceden a aparecer en su programa debido a su popularidad.» (fuente)
Bueno, pues aquí tenemos a este fenómeno en la portada, diciéndole a Spidey: «No te preocupes, cabeza de red. Piensa que el mundo podrá burlarse de otro programa de noticias por cable (late-night cable news pundits)… pero pronto se maravillará ante el poderoso poder del Espectacular Stephen Colbert» a lo que le contesta Spidey «Estooo… ahora mismo no tengo tele por cable». En el recuadro leemos «En este número, la muy americana y aprobada por Colbert conclusión de New Ways to die».
EL SPOILER DE LOS SPOILERS… A CONTINUACIÓN.
Bueno, pues despues de esta simpática curiosidad, de consumo puramente yanqui (aquí lo podrían hacer con Buenafuente), pasamos a destripar el cómic sin más.
Comienza el número con Harry llegando a la torre Osborn, una desde la que se puede divisar perfectamente el puente George Washington (todavía, a estas alturas, se incide en que la muerte de Gwen no fue desde el puente de Brooklyn, que es el que dibujó Gil Kane, sino este otro, que es el que aparecía nombrado en los diálogos de Gerry Conway de ese famoso y añorado Amazing Spider-man #121).
Una vez llega allí, discute con su padre (sentado en la mesa del despacho vestido de Duende Verde), el cual le dice que no dramatice los sucesos; «Por un lado, no sería la primera vez que mueres (le dice Norman) y por otro lado, no hace mucho tú estabas tras esta máscara», mientras le invita a unirse a él «el mundo puede ser nuestro».
Entretanto, Spider-man y AntiVenom se dirigen a la Oscorp. Una vez allí, y tras escupirse su mutuo desagrado, se separan para sorprender a Norman. Éste recibe las noticias de Bullseye sobre la lucha anterior, mientras continua humillando a Harry y riéndose de sus años de terapia por el supuesto abandono de su padre.
Los Thunderbolts (Songbird, Radiactive man y Scorpion-Venom) se topan con Spider-man, pero para sorpresa suya, es AntiVenom que ha tomado su apariencia, en tanto que Spidey sorprende a Norman, sin que éste se lo espere. Norman activa un deslizador a distancia (como en Amazing #122), pero Spidey se interpone en su trayectoria para salvar a Harry, que no para de increparle a los dos que esta harto de sus luchas y que no necesita la ayuda de ninguno.
Durante la lucha entre ambos titanes, Norman increpa a Harry que no se quede a medias tintas, que él sabe de sus encuentros en tejados y cenas, que le acompañe en su camino. Pero al destrozar Spidey ciertos muros (utilizando la cara del duende literalmente), Peter descubre el laboratorio clandestino donde Norman experimenta con los asiáticos. Al pedir explicaciones al Duende, éste le dice que se está dirigiendo al Osborn equivocado. Todo esto forma parte de pruebas humanas y de los procesos «Promethean» (???)
No obstante, Norman activa una secuencia de autodestrucción del edificio, y reta a que Spidey denuncie «al querido director de los Thunderbolts, a quien ha golpeado y vestido de duende en sus oficinas». Nuevamente la taimada mente de Osborn tiene a Peter contra las cuerdas.
Spidey decide poner a salvo a todas las personas que estaban en el labo, y de camino libera a Songbird y a Radiactive man, apresados por AntiVenom, mientras que éste lucha contra Gargan.
La lucha entre Venom y Anti se salda con la destrucción del Anti y la resurrección de Veneno en toda regla, pero todavía con el huesped Gargan. El «Venorpion» ha pasado a mejor vida (gracias a Dios). Brock salva su vida, porque el simbionte impide que Gargan lo mate, aunque se dejan la mutua promesa de intentarlo.
Tras la catástrofe, Harry se reune con Lily, pero se ha distanciado aún más de su padre; Los dos Bolts (Chen y Melisa), deciden hacer la vista gorda con Spider-man, que se va hecho un trapito; Mientras, Osborn y Crowne, utilizan todo el caos creado para (frente a las cámaras) denunciar que «gracias a Spiderman» se ha destruido un importante laboratorio de medicamentos. Un científico le comunica a Norman que todo esto ha propiciado que Freak desaparezca nuevamente.
Peter, Harry y Lily vuelven a la derruida oficia de Norman, en busca de una pista que le permita a Harry limpiar su nombre. Cuando Peter está a punto de abrir el compartimento secreto de la oficina, donde están los artilugios del Duende, Lily (aprovechando la ausencia momentanea de Harry) besa a Peter para despistarlo de esa acción, diciéndole que se ha equivocado de novio. Harry aparece a continuación, y se lleva unos archivos y un cilindro del proyecto «Prometheus», con la promesa de Peter de que no dirá nada de este asunto de momento.
En un último epílogo, vemos que Mister Li está más afectado por sus milagrosas curaciones de lo que aparenta. Además vemos en última instancia a Brock, que está empezando a recuperar su simbionte AntiVenom.
Acaba aquí la tan traida saga dibujada magistralmente por John Romita Jr., en la que han intentado dejarnos una situación mínimamente creíble tras tantos cambios no deseados por el fandom. Pero si nos fijamos, es un paso atrás. Nuevamente Norman Osborn en plan cerdo y obsesionado con Spider-man. Nuevamente triángulo amoroso Harry-Lily-Peter (al igual que en los setenta con Mary Jane). Nuevamente sensaciones de Harry «odio a Spider-man/amó a Peter Parker». Villanos más casposos y cochambrosos que de costumbre (¿Menace?… ¿AntiVenom? … ¿Mr. Negative?). En fin, nada nuevo bajo nuestro arácnido cielo.
Como segundo episodio, tenemos una pequeña parodia de consumo netamente americano, esta vez dibujada por Patrick Olliffe, que justifica la segunda portada.