Brian Reed y Adriana Melo nos traen la segunda parte del tie-in de Carol en la invasión, con la portada (como viene siendo habitual) a cargo de Greg Horn.
La verdad es que es una gozada ver el dibujo de la Melo en el cuerpo de Carol. Ya me gustó bastante cuando se dedicaba a dibujar a Witchblade, pero la verdad es que la anatomía femenina se le da de escándalo. Y si además las tintas las pone Mariah Benes, ya te puedes imaginar el resultado… en cuanto a dibujo. No obstante, las dos últimas páginas están a cargo de Paulo Siqueira (Mniserie de Canario Negro), lo que todavía magnifica más el aspecto gráfico del cómic.
El guión es otro cantar.El ochenta por ciento del cómic está dedicado a ver com Carol se da de piñas con un megasuperskrull. Al final de la lucha, ella cae en la cuenta de que lo vió atacar a otros skrulls en episodios anteriores, con lo que decide llevar la lucha adonde están los verdecillos concentrados.
El megasuperskrull se vuelve loco y se carga todo bicho verde que se encuentra por el camino. Cuando estás exhausto, Miss Marvel asesta el golpe de gracia y lo derrota, para notar que lleva un tatuaje que lo identifica como HYDRA PRIME 001.
¿HYDRA sabe como clonar skrulls? Esto es nuevo.
El caso es que la acción pasa a varios meses después, con Carol en Hong Kong entrevistándose con Ghazi, utilizando una identidad nueva, Catherine Donovan.
El número acaba con Carol interrogando a base de golpes a Ghazi sobre algo llamado «Ascensión».
¿Sorprendidos con los inventos de Hydra? Yo también. Habrá que esperar a ver que se le ocurre a Brian Reed sobre este respecto para poder evaluar la trascendencia del cómic.