AMAZING SPIDER-MAN #577

Episodio especial, en cuanto a páginas.

No sé a cuento de qué, pero el número pasa a ser un one-shot en el que vemos un team-up formado por Punisher y el cabeza de red.

Curiosamente están siendo más agradables y dinámicos los episodios autoconclusivos que las penosas sagas de dos o tres números.

En este episodio, concretamente……ambos personajes entrecruzan sus caminos para detener a Moses Magnum (viejo conocido de Castle), el cual ha logrado sintetizar una droga que sustituya en el mercado a la conocida hormona de crecimiento mutante.

Y lo ha hecho ni más ni menos que creando la droga GAMMA, que viene a ser lo mismo que la HCM, pero dándote las características de un pequeño Hulk.

Frank ha intercepatdo la única muestra de la nueva droga y Moses va a capturarlo.

Spidey, que ha seguido a Punisher hasta su guarida, se ve metido en medio de la refriega. Pero Castle lo quita de en medio, no sin antes tragarse un rastreador arácnido.

Frank es capturado por Magnum y torturado para que confiese donde está la muestra de la droga, mientras Spidey despierta en el muelle y se dedica a seguir la señal de su rastreadora.

Spider-man llega a tiempo de salvar a Castle, el cual ha destruido la muestra, pero antes de que Spider-man quiera detenerle, le dispara en el estómago a Moses Magnum, para obligarle a salvar su vida, mientras él escapa.

Por otra parte, hay en el episodio una segunda historia, en la que BOOKIE cree haber descubierto que JONAH J. JAMESON es el asesino del rastreador. Tras explicar en casa de éste sus deducciones, Jonah se lo quita de enmedio disparándole un taser, no sin antes hacerle saber que el haber tenido entereza suficiente para aguantar todas sus tonterias sin que se le dispare el pulso es la prueba que necesitaba para demostrarse a sí mismo que está recuperado de su operación de corazón.

La dinámica del encuentro no es la primera vez que la vemos. Esa forma de utilizar el altruismo de Spidey por parte de Frank Castle ya está un poco manida. Pero visto lo visto en otros episodios, el ritmo del guión se antoja entretenido. Zeb Wells y Paolo Rivera hacen un número digno, sin pretenciones y con ritmo.

Esperemos que la cosa siga así.