Lo bueno que tiene esta serie es que por mucho que la relancen con nuevos equipos, mantienen la numeración original (salvo cuando los llamaron New Thunderbolts, etapa en la que iniciaron con un número 1 para, al poco tiempo, retomar la numeración primitiva).
Y digo esto porque este número es un nuevo comienzo para el grupo de «asesinos legales» del gobierno de los USA.
Desde el primer momento en que los Thunderbolts aparecieron en el panorama comiquero (de la mano de Kurt Busiek y Mark Bagley), estuvo claro que la serie acogería a más de un villano de Marvel y lo transformaría en una herramienta gubernamental, bien por engaños, bien a cambio de perdón presidencial. Algunos se reformarína, otros no… y esto le daba un interés mórbido a la serie.
Ahora, tras todo el asunto de la Secret Invasion y la nueva situación política de Norman Osborn (último responsable del equipo), era previsible que la serie fuese relanzada con nuevos personajes y nuevas situaciones.
En este caso, el episodio es la primera parte de la presentación de los nuevos componentes.
Sus autores son Andy Diggle a los guiones y Roberto de la Torre a los lápices.
Esta presentación es llevada a cabo, a través del recurso del flashback, mientras Norman se entrevista con Barak Obama y Leonard Samson: Obama quiere saber si Norman es apto para seguir al mando de H.A.M.M.E.R. y Samson es el encargado de intentar encerrar a Osborn de por vida.
La primera en ser reclutada, días antes, es una muuuy recuperada (y con cirugia estética de recomposición realizada) Yelena Belova, alias Viuda Negra II. Es Norman en persona quien va a buscarla para ofrecerle el puesto que desempeñaron las otras féminas del grupo, ser la líder.
Más tarde, y con un maniobra que hace que tenga bajo su control al «Air Force One» (en el cual se encuentran discutiendo Leonard, Norman y el presidente) aparece de donde nadie se imagina Ant-Man:que va a ser el segundo componente presentado en el número.
Ya finalizando, vemos a Ghost, como tercer miembro. Entre los tres han capturado el A.F.O., no sabemos muy bien con que fines… Aunque Norman lo tiene todo preparado para dejar en ridículo a Samson y meterse en el bolsillo a Obama.
¡Ah! y en la última página aparece un cuarto elemento del grupo:
¿Sorprendidos? Pues a esperar al siguiente número.