La verdad es que la situación creada por el epílogo de la Secret Invasion da mucho juego, y aunque no todas las series bajo el sello «Dark Reign» son extensión natural de la miniserie homónima, sí es cierto que la lectura de estos números nos va introduciendo en la metamorfosis que van sufriendo los distintos personajes afectados por la misma, y nos ayudan a tener una visión global mucho más rica sobre los acontecimientos que se van desarrollando.
El caso concreto de este anual lo confirma.
Partiendo de la premisa que nos mostró la última página del Invasión Secreta 8, Matt Fraction realiza un buen trabajo para adentrarnos en la vida oculta de Emma Frost.
Por supuesto que este número no es imprescindible, si eres de los que tan solo quieres comprar aquellos episodios o series que realmente aporten algo a la saga. Pero es muy interesante saber como Emma ha basado toda su vida en la manipulación de las personas que la rodean, debido a su posición bipolar dividida entre los sucesos de Dark Reign y su vida como esposa de Scott Summers, alías Cíclope y líder de los X-Men.En el aspecto gráfico el trabajo se lo reparten dos dibujantes, cada uno de ellos ilustrando momentos distintos en el tiempo.
Mientras Mitch Breitweiser se dedica a narrar la acción en el tiempo presente (momento que sucede durante la reunión
vista en el Secret Invasion 8) con un estilo emborronado y sucio que imita la etapa de Leinil Yu en los Nuevos Vengadores, Daniel Acuña realiza un trabajo exquisito con las escenas de flashback. La combinación de estilos tan diferentes ayuda bastante a resituar cada momento y a no perderse en los cambios de escenario.
En lo que a guión se refiere, todo el número es una explicación de como Emma ha manipulado a lo largo de su vida a Sebastian Shaw, a Namor y (deja entrever) a Scott Summers.
Fraction vuelve a traer a la palestra a la Emma sin escrúpulos que Claremont creó, una mujer capaz de acostarse con medio universo Marvel (en este número se pega un revolcón con el príncipe atlante) pero teniendo siempre presente sus planes con cada acto realizado.
El número se reduce a esto, pero es cierto que nos devuelve a un personaje astuto y calculador que se había edulcorado con los últimos acontecimientos. Realmente volvemos a disfrutar con esta Emma de doble cara, con la que nunca sabemos qué pasará a continuación.
Un aspecto de su personalidad que dará mucho que hablar en números por venir.
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