Pues parece que de momento la serie mantiene su morbo.
Es dificil en estos tiempos que una serie de nuevo cuño, con personajes creados expresamente para la misma llegue a sorprender a los lectores.
De hecho, la gran mayoría del fandom suele seguir a las colecciones centenarias (en cuanto a números publicados), o bien a los héroes icónicos. El resto de lectores que quieren aventurar, prefiere el mundo de las novelas gráficas o de líneas alternativas (como, por ejemplo, Vértigo).
Pero he de decir que esta serie tiene componentes que hacen que te sientas como si la misma tuviese cincuenta años de pasado, a la vez que es nueva y fresca.
Por un lado, Nick Fury y la sempiterna Hydra, y por otro, el grupo de héroes que componen los guerreros secretos.En esta segunda entrega, vemos como ha hecho frente el barón Strucker a la invasión skrull. Y no es sorprendente ver como sacrifica toda la infraestructura de HYDRA y a todos sus lacayos al verse desbordado y no poder distinguir quienes son soldados fieles y quienes infiltrados alienígenas.
Mientras, Nick plantea a su segunda de a bordo (Daisy) como descubrió hace un mes que Hydra manejaba en la oscuridad a Shield desde no se sabe cuanto tiempo. Por lo que le da la orden de que reuna al equipo para una misión de localización de los restos de Hydra.
El equipo está comiendo en un restaurante japonés, y es en ese momento que Fobos (el niño dios) les va relatando a cada uno de ellos sus futuros cercanos. Desde quien se convertirá en un gran héroe a quien habrá de morir. Una no muy original forma de plantear el futuro argumento de la serie (esto ya lo inventó Jim Starlin en «Warlock» en los setenta).
Por su parte, Strucker está reuniendo un equipo de líderes de Hydra (entre ellos no podía faltar Madame Hydra, más conocida como Viper) y reuniendo fondos y equipamiento procedente de la desmantelación de Shield. Esto incluye extorsionar a la Mano para que resuciten a un villano que promete bastante… El Gorgón (The Gorgon).
Así las cosas, quedamos emplazados hasta el siguiente episodio.