LAS COSAS ESTÁN MOVIDITAS EN MARVEL…
Y es que algunas series están tomando un auge importante y mostrando tramas interesantísimas, como hacía tiempo que no veíamos.
La situación planteada, con el ascenso de Norman Osborn al poder ejecutivo militar del gobierno, da mucho juego. Todos esperamos que al final, las aguas vuelvan a su cauce, y que Norman vea mermado su poder de una forma u otra (al igual que castraron a Lex Luthor), devolviéndolo a su traje de duende verde y morado (qué curioso, igual que los colores de la armadura de Lex).
Mientras, podemos disfrutar de tramas interesantes como la que nos ofrecen Rick Remender y Jerome Opeña en estos números, continuación de los anteriores…
Comienza el número 3 con The Hood ejecutando a sus lugartenientes por haber fallado al defender sus intereses de los ataques de Punisher, en una escena que le confiere al personaje una personalidad cruenta y vil como no habíamos visto en otras series. Pero tras esta escena, alguien con una barriga incipiente le está aconsejando a The Hood como capturar a Frank.
Mientras, el susodicho Castle se introduce en un laboratorio de tráfico de órganos para intentar rescatar a los prisioneros y destruir el sitio, pero cuando aún no ha empezado a hacer nada, aparecen fuerzas de seguridad en el lugar.
Frank, asesorado por su socio informático Henry, inicia una carrera para salvar su vida, pero al final se ve rodeado por este ejercito, el cual, en el último instante, es descubierto por Henry como parte de las fuerzas de The Hood… Pero es tarde, ya han acorralado a Castle en las alcantarillas y le disparan.
En el inicio del 4, la cosa cambia por completo, y asistimos a los mejores momentos de Punisher cepillándose enemigos de forma bárbara. Armado con un cuchillo se deshace de un cuerpo de ex-SWAT sin despeinarse. Pero ha surgido un contratiempo, Henry ha sido localizado por un hacker al servicio de The Hood y manda al Grizzly a matarlo.
Cuando el inútil de Grizzly llega al refugio secreto de Castle, se encuentra que Henry ya ha huido y está a salvo en la furgo de Frank. El sitio vuela por los aires.
Henry, que ha podido rastrear la señal de su perseguidor, le avisa a Frank de que The Hood es general del más peligroso y numeroso ejercito de villanos en mucho tiempo. Pero Castle se rie, ya que está preparado para todo eso y más…Impresionante y divertido. Un Taskmaster en el lado de los buenos.
El caso es que el rastro dejado por el hacker de The Hood es una trampa para atraer a Punisher al cubil… y el hacker resulta ser Microchip, antíguo amigo de Frank.
En el número 5 una de las mejores puesta en escena de Punisher en años, ya que se introduce en la guarida de The Hood DENTRO DE UNA PIZZA (con ayuda de los poderes del casco de Ant-Man) y se carga a la guardia.
Tras adentrarse en la boca del lobo, se ve a solas con Linus alias Microchip. Éste le cuenta que es The Hood quien lo ha resucitado, y que puede resucitar a su hijo si logra convencer a Frank de dejar toda esa historia, devolviéndole la vida, de paso, a María y a sus hijos.
Pero Frank no confia en él.
Y esto motiva que aparezca un pequeño ejercito de villanos a los que se les suponía fuera de combate, como Mr. Hyde, Grizzly y algunos olvidados villanos más.
Tras una épica lucha contra Hyde, y tras la huida de Microchip, Frank destruye el lugar hasta los cimientos.
Las noticias ponen en duda las palabras de Osborn, el cual asegura que el crimen ha descendido desde que él está al mando, ya que se descubre (gracias a Henry) que en el edificio siniestrado había un labo de armas y un casino ilegal.
Norman ordena a The Hood que ponga todos sus recursos a funcionar en contra de Frank Castle. Y, aunque por interés más que por una actitud lacaya, The Hood se dirige a un subterráneo e invocando el poder de Dormammu resucita a toda una pléyade de villanos muertos.
Con este continuará acaba la primera saga de la nueva colección de Punisher. Y a decir verdad, aunque la historia está bien narrada, es entretenida y tiene un aspecto gráfico entre noir y pulp, las consecuencias no son tan atractivas.
¿Por qué?
Porque este nuevo y desconocido poder de The Hood abre las puertas para recuperar a cualquier personaje casposo muerto… o cualquier muerto en una saga estupenda, dejando esta situación a «la muerte en los cómics» como una cosa reversible de hoy para mañana.
No es que no estemos ya escarmentados de resurrecciones (Coloso, Psylocke, Magick, etc.), pero este paso dado por el guionista Rick Remender, permitido por el editor Axel Alonso y casi que asesorado por Joe Quesada me da PÁNICO.
¿A tí no?