SIEGE (Asedio)… ¿Final o comienzo?

Lo que comenzó hace ya unos años con el «Avengers Disassembled» toca a su fin.

Han sido unos cuantos años de «planificación Bendis» que a algunos les ha gustado más que a otros. Reestructuraciones de series, cambios de cabeceras, muertes y resurrecciones, invasiones, conflictos civiles… todo esto nos ha llevado hasta aquí.

Y con este final, comienza una nueva era en Marvel, una ERA HEROICA (Heroic Age) que nos ha de llevar a una etapa dorada para los héroes, o al menos así se vaticinaba en todas las profecías de futuros alternativos que hablaban de la misma.

Pero antes de hablar de los nuevos cambios, vamos a ver de qué va la saga con la que finaliza todo (CUIDAITO, QUE A PARTIR DE AHORA TODO ES UN GRAAAAN SPOILER CON IMÁGENES)

A pesar de tenerlo todo a su favor, Norman Osborn quiere más.

La guerra civil le proporcionó la increíble oportunidad de aparecer ante los ojos de toda América (Dios la bendiga) como el salvador y héroe que acabó con la reina skrull que había dirigido la invasión. Formó su propio grupo de Avengers y se hizo cargo de la seguridad y la defensa de U.S.A., sustituyendo al propio Nick Fury y a Tony Stark.

Pero seguía queriendo más, y por eso, en cuanto llegó al poder, formó una alianza secreta con Dr. Doom, Emma Frost, Loki y Namor, para poder alcanzar el poder definitivo…

Pero ya dice el refrán «Dime con quien andas…»

Poco a poco, los problemas con sus Avengers han ido creciendo. Si por un lado, Bullseye y Venom-Gargan eran incontrolables, Ares indomable, Moonstone subversiva y Daken imprevisible, siempre había tenido la baza controlada de Sentry.

Pero en el Dark Avengers 13 vemos que Bob es el peligro más grande al que se haya podido enfrentar la humanidad, ya que su poder es una fuerza de la naturaleza que ya arrasó pueblos en tiempos de Moisés… Y quien está al cargo de ese poder es el lado oscuro del héroe, The Void.

En otro orden de cosas, Namor y Emma han traicionado a Osborn, y le han utilizado para crear una isla de mutantes que se ha erigido como reino independiente (ver cruce entre Uncanny X-Men y Dark Avengers).

Y, con este panorama, nos plantamos en el prólogo de la saga.

Para comenzar, el nivel de influencia de Norman a la hora de tomar decisiones queda mermado gracias a la revuelta del Dr. Doom (éste último no admite ordenes ni juegos de Norman y lo deja en ridículo a través de uno de sus Doombots), ya que el Presidente de los U.S.A. lo recrimina por el ataque en la torre Avenger. Y por otro lado, cuando Osborn cae en las maquinaciones de Loki y decide invador Asgard, es el mismo Presidente quien le niega la potestad de hacerlo («Siege: The Cabal» y «Origin of Siege»).

Es entonces cuando el propio Loki le ofrece la solución. Igual que el incidente de Stamford dió lugar al acta de registro (y, por consiguiente, a la Guerra Civil), el dios de las travesuras le ofrece la excusa que necesita para justificar la invasión. De manera que envía a esbirros de The Hood a atacar al inocente Volstagg, y la batalla termina arrasando un campo de beisbol, en pleno partido, en Chicago, con miles de víctimas.

Mientras Norman le dice a Ares que Loki está al mando de  Asgard y que no se debe permitir, el taimado Dios le dice a Balder que los humanos van a iniciar una invasión y que deben defenderse. De esta forma, los Dark Avengers y toda la Iniciativa al completo (convencida por Ares) inician el ataque ante unos incrédulos asgardianos.

Thor, exiliado de Asgard y al cuidado de un Tony Stark casi en coma (ver «el más buscado del mundo» en su propia serie), presencia junto a María

Hill el ataque a su ciudad natal, y decide ayudar a sus hermanos.

Pero Norman, con la ayuda de Sentry, neutraliza al dios del trueno, dándole una soberana paliza junto a los Dark Avengers. Toda la acción es vista en directo a través de T.V. por Steve Rogers.

Ares, una vez en la lucha contra los asgardianos, descubre que Norman le ha mentido, y que el rey es Balder. Todo esto sucede a la vez que María Hill decide actuar y darle un respiro a Thor, atacando frontalmente a los Dark Avengers con un bazooka.

Mientras, Steve Roger reune a los miembros disidentes de la Civil War (New y Young Avengers) y a los Secret Warriors de Fury, para frenar las ansias de poder de Norman.

Norman da la orden a Daken de que elimine a Hill, pero Thor crea la confusión necesaria para huir con ella. Es en ese momento que llega un muy cabreado Ares para ajustar cuentas con Osborn. Pero éste llama a su perrito faldero hiperpoderoso (Sentry), el cual soluciona el problema por la vía visceral y tremenda

Ese amasijo de intestinos es el dios de la Guerra, hecho pedazos.

En el tiempo que dura el asombro por tan bestial actuación, Iron Patriot recibe en su cara el escudo del Capitán América.

La situación abre dos frentes, presenciados en directo por el Presidente de los Estados Unidos y su gabinete de crisis: En uno, Dark Avengers, Camp H.A.M.M.E.R. (La Iniciativa de los 50 estados) y los villanos de The Hood contra los Avengers renegados. En otro, la lucha del siglo: Sentry contra Thor.

El Presidente, ante la sublevación de Norman, decide actuar y apoyar el ataque del equipo del Capitán América, inutilizando la aeronave de H.A.M.M.E.R.

Iron Patriot (Norman), sin saber que las cosas se han inclinado a favor de los héroes, se defiende del ataque de Steve, pero en medio de la lucha su armadura empieza a fallar, debido a un virus que ha introducido en ella Iron Man, el cual aparece en medio de la refriega. Antes de caer, Osborn decide jugar su última baza, ordenándole a Sentry que no permita que los héroes ganen. La orden: destruir Asgard…

Asgard ha caido.

Thor se lamenta, mientras los héroes se precipitan a detener a Norman, el cual, tras despojarse de la armadura inservible, aparece con la cara maquillada con una máscara de Duende Verde.

En medio de su locura (tras recibir un puñetazo de Spider-man), les dice que se han condenado, que él era el único que podía controlarlo, y que ahora todos morirán… Se refiere a Sentry/The Void, el cual se muestra con su verdadera identidad y con su poder desatado.

Y así comienza el último episodio de la saga.

Loki implora a Odín que le deje usar una vez más las piedras Norn, para ayudar a los héroes y a sus hermanos asgardianos a controlar la situación. Él tan solo quería la Gloria de Asgard (bajo su mandato), pero no tuvo en cuenta el poder que poseía Sentry, ni la locura de los humanos, ni que el resultado fuese la destrucción absoluta de Asgard.

Todos los héroes, remozados por los poderes que las piedras Norn les confieren (quitándoselos a sus antíguos portadores, los seguidores de The Hood), hacen frente a Sentry, el cual detecta el origen místico del ataque. Y dirigiendo su mirada a Loki, lo elimina…Iron Man reacciona y comprende que solo un ataque frontal descomunal puede tener éxito. Decide evacuar lo que queda del Helipuerto H.A.M.M.E.R.  y convertirlo en un enorme proyectil dirigido a The Void.

Steve Rogers detiene a Norman y le pregunta si hay alguna forma de detenerlo, a lo que Osborn responde que no, ya que es el ángel de la muerte (referencia bíblica que nos retrotrae al Dark Avengers 13).

Tras la colisión, en el cráter queda Bob Reybolds implorando que lo maten. Thor le dice que debe vivir para expiar sus crímenes, pero vuelve a convertirse en The Void, y no le deja más opción a Thor que asesinarlo.

En el mismo momento de la muerte de Void, la parte superior de la Torre Avenger se desvanece en el vacío. Thor lleva los restos mortales de quien fue Robert Reynolds al sol, y allí se convierten en cenizas.

Osborn y toda su troupe es detenida.

En la Casablanca, el Presidente le ruega a Steve Rogers que asuma su manto, pero Steve ha delegado el escudo en Bucky, y accede a la petición del Presidente sustituyendo a Norman Osborn. Se convierte en el defensor de la justicia del pueblo americano. La ley de Registro superhumano es ABOLIDA.

Thor agradece a sus amigos el haber defendido su patria, y como muestra de la unión entre Asgard y Midgard, el lugar que ocupaba la cúpula de Sentry en la torre Avenger es ocupado por una cúpula asgardiana, bajo la aseveración de Thor de acudir a cada llamada de los Avengers.

CONCLUSIONES:

Saga entretenida (por breve). Se agradece que no sea necesario leer ningún tie-in para la compresión de la misma.

El dibujo está muy bien realizado, con escenas dinámicas y espectaculares dobles páginas. El guión es ameno e intenso, sin llegar a cansar.

Interesante que se hayan desecho de la ley de registro de superhumanos, ya que no ha vuelto a incidir en los argumentos de los cómics desde la Civil War (una pena). De manera que los héroes pueden volver a salir a la calle sin que los detengan (salvo Spider-man, que sigue bajo la alcaldía de J.J.J.)

PEEEERO… ¿Cuanto tiempo van a durar muertos dioses como Loki o Ares? La muerte de Sentry parece definitiva, y la verdad es que (si a ningún guionista se le ocurre hacerle volver) es un colofón interesante para este errático personaje con el que no se sabía que hacer, sin rayar en el plagio de Superman o Supreme.

También es interesante el punto de partida que queda para las nuevas series, sobre todo por el rol de Steve Rogers (el nuevo Nick Fury del Universo Marvel). Nuevo equipos de Avengers con los personajes de siempre y algunos más (Ben Grimm).

Y el éxodo de los asgardianos, que se han quedado sin patria, también da para interesantes tramas en la colección del dios del Trueno.

En fin, balance positivo para un Universo en el que parece que si no te cargas a alguien en las sagas, has fracasado en ventas. Esperemos que las muertes gratuitas de personajes secundarios importantes vayan pasando a segundos planos, si no van a ser definitivas.