Hulk: Lo que pudo ser y no fue

Hacia 1962, Stan Lee decide aumentar la nómina de personajes de su recién creado sello Marvel.

Ya tenían una familia investigadora con poderes (4 Fantásticos), un rico empresario con armadura (Iron Man), un dios nórdico (Thor) y un adolescente con las potencialidades de un arácnido (Spider-man).

Por aquel entonces estaban todavía en boga las historias de terror que la EC publicada desde hacia una década, lo que le dio una pista de por donde caminar.

En «The Incredible Hulk #1» (mayo 1962) Lee, acompañado gráficamente por Jack Kirby, nos mostraba como el cientifico Bruce Banner era transformado, por causa de la radiación, en un monstruo gigante y musculoso al que denominaron Hulk (LA MASA, para aquellos lectores que leyeron al personaje cuando lo publicó la editorial Vértice en España, en 1969)

El personaje tenía varias reminiscencia de los clásicos de terror: Su transformación en monstruo solía ocurrir al caer la noche (como el Hombre Lobo o Drácula), este cambio mostraba la dualidad de personalidades de Banner (como Jeckyll y Hyde) y era un monstruo  incomprendido y perseguido (Frankenstein).

Pero el personaje no fue del agrado de los lectores (los cuales, sin duda, querían más acción de la que se ofrecía en la colección) y el título fue cerrado en su sexto número. Aunque Stan no tiraba la toalla, y, a las primeras de cambio, cuando creó a «The Avengers», no dudo en incluirlo dentro de la formación.

Esta aparición, y algunas otras más en diversas colecciones, como «Fantastic Four» o «Amazing Spider-man», hicieron que el coloso esmeralda cayese otra vez en gracia de los lectores, de manera que se le concedió una segunda oportunidad en la cabecera «Tales to astonish», compartiendo protagonismo con Giant-Man (Henry Pym) al principio y luego con Namor.

El resto ya es historia, ya que hace poco la colección ha llegado al número 600 (en pleno apogeo del Hulk Rojo, del que en breve hablaré), pero en estos casi cincuenta años de historia, hay dos etapas que fueron condenadas al olvido. Me refiero a los nueve números del magazine «The Rampaging Hulk» y  a la etapa de Bruce Jones.

«THE RAMPAGING HULK»

Corría el año 1976, y la editorial Marvel batía records de ventas en todos su cómics y cabeceras. Para aprovechar el tirón comercial de sus personajes, comienzan a nacer segundas colecciones de personajes que ya tenían su título regular.

Para el caso de Hulk, fichan al guionista DOUG MOENCH para que narre historias del monstruo gamma sucedidas cronológicamente entre el final del número 6 de su primera colección y su aparición en The Avengers #1. Los lápices de WALTER SIMONSON o KEITH POLLARD eran magistralmente entintados por un ALFREDO ALCALÁ tocado de gracia, que le conferían a la historia un halo de continuidad gráfica y un acabado visualmente espectacular.

Estas historias nos narran el intento de invasión por parte de la raza de los Krylorianos, en la cual, una renegada de los alienígenas (la bellísima BEREET) intenta ayudar a Hulk y a Rick Jones a deshacer los planes de ocupación de los extraterrestres. Este hilo argumental era la excusa perfecta para narrar el primer encuentro del personaje principal con los X-MEN, NAMOR o LOS VENGADORES.

Las historias (guardando las distancias de más de treinta años) son interesantes y entretenidas, además fueron publicadas en España hace unos años en la BIBLIOTECA MARVEL HULK nos.2-3-4.

Pero cuando Bill Mantlo llega a la colección, decide prescindir de esta línea argumental, y crea un cómic en el que explica que toda esta historia había sido una especie de documental elaborado por la propia Bereet y que nunca ocurrió, salvo en la mente de la alienígena.

De un plumazo, esta interesante etapa ya no formaba parte de la historia del coloso esmeralda (por lo menos para Marvel, ya que para lectores como yo sigue tan vigente como el día que se publicaron).

BRUCE JONES

La marcha de Peter David, tras varios años guionizando «The Incredible Hulk», dejaba huerfana de guionista a la serie. David nos había descubierto la cara psicológica del monstruo. En sus historias descubrimos como Hulk era la manifestación de la rabia interna que Banner había acumulado en su psique (desde que su padre lo maltrataba, siendo un crío), y que tomó forma física gracias al accidente nuclear que sufrió el buen doctor.

Descubrimos al Hulk gris (Mr. Fixit), al Hulk inteligente (El Profesor) e incluso al Hulk del futuro (El Maestro). Todo ello integrado en forma de buenas narraciones y apoyados en dibujantes de prestigio como Dale Keown, Gary Frank, Todd Mcfarlane, Mike Deodato Jr, George Pérez o Adam Kubert.

Su sucesor, Paul Jenkins, sumerge al personaje en una enfermedad incurable (el síndrome de Lou Ghering, o esclerosis lateral amiotrófica), y lo tiene dando tumbos de un lado a otro, sufriendo las consecuencias de dicha enfermedad, a la vez que descubre que su amada Betty fue asesinada por Emil Blonsky, la Abominación. Pero la serie no remontaba ventas.

La editorial necesitaba de un guionista que mantuviera viva la colección, y la decisión recayó en Bruce Jones, un guionista de series de T.V., el cual volvió a dar un giro a los acontecimientos. Recordando la etapa televisiva de HULK, retomó la motivación de perseguir al personaje, y lo convirtió en un fugitivo, que huye tras haber asesinado a un niño (Ricky Myers), víctima de los efectos colaterales de una de sus luchas.

El elenco de secundarios está repartido entre personajes de siempre y caracterizaciones de nuevo cuño. Doc Samson, Mister Blue, Abominación, Nadia, el líder de una extraña asociación que quiere la sangre de Hulk, la agente Verdugo, el agente Pratt…

La etapa se divide en distintas fases, todas ellas marcadas por la interacción de los secundarios entre sí, creando vínculos nuevos o destapando vínculos pasados entre ellos. Las relaciones entre todos y las consecuencias de todas esas relaciones es el modus operandi de Jones para mantener al lector siempre alerta. Giros argumentales, donde nadie es quien parece ser, y de fondo, Bruce Banner huyendo sin saber adonde, pero siempre impulsado por las circunstancias.

Bueno, pues esta interesante etapa (dibujada por Lee Weeks y Mike Deodato entre otros) también fue borrada de continuidad, por que las consecuencias finales Spoiler (que Betty Ross siguiese viva; el hijo de Samson; las relaciones extramaritales entre Nadie y Bruce; el asesinato de la Abominación…)Fin de Spoiler.

Dos grandes etapas, con guiones atractivos y acabados gráficos fuera de lo común, que para la continuidad Marvel no cuentan, pero que ningún lector de HULK debería perderse.

ACLARACIÓN

Nuestro amigo OMOLOC hace la siguiente aclaración con respecto a la continuidad:

Técnicamente ambas etapas siguen entrando en continuidad en el Universo Marvel… de cierta forma.

Mantlo estableció que las historias de Rampaging son imagenes reales grabadas en la distancia por Bereet y modificadas para ser transformadas en películas. Es decir: Algunos de los hechos narrados son “reales” (como que Hulk fue con Rick a Francia), pero otros no (concretamente los Krylorianos no atacaron la tierra ni sus machos son deformes, ni Bereet estuvo en la tierra. La invasión extraterrestre a la tierra pudo producirse, pero no sería a cargo de los Krylorianos, sino de otra raza).

Con la etapa de Jones pasa algo parecido. Peter David establece en la saga “Tempestad” que algunos de los hechos narrados fueron invención de Pesadilla para torturar a Hulk/Banner… pero no todos, por lo que está por definir cuales son reales y cuales no.

Son dos maneras de solucionar problemas de continuidad o defacer entuertos sin tener que borrarlo todo… y sin recurrir a Mefistazos.

MUCHAS GRACIAS, AMIGO OMOLOC.

5 comentarios sobre “Hulk: Lo que pudo ser y no fue

  1. Técnicamente ambas etapas siguen entrando en continuidad en el Universo Marvel… de cierta forma.

    Mantlo estableció que las historias de Rampaging son imagenes reales grabadas en la distancia por Bereet y modificadas para ser ransformadas en películas. Es decir: Algunos de los hechos narrados son «reales» (como que Hulk fue con Rick a Francia), pero otros no (concretamente los Krylorianos no atacaron la tierra ni sus machos son deformes, ni Bereet estuvo en la tierra. La invasión extraterrestre a la tierra pudo producirse, pero no sería a cargo de los Krylorianos, sino de otra raza).

    Con la etapa de Jones pasa algo parecido. Peter David establece en la saga «Tempestad» que algunos de los hechos narrados fueron invención de Pesadilla para torturar a Hulk/Banner… pero no todos, por lo que está por definir cuales son reales y cuales no.

    Son dos maneras de solucionar problemas de continuidad o defacer entuertos sin tener que borrarlo todo… y sin recurrir a Mefistazos.

    Salu2!

    1. Tempestad fue una de esas aventuras de relleno que en su día me salté, ya que estaba interesado tan solo en el hilo argumental de Mr. Blue, y esa historia (si no recuerdo mal) era varios números dándose de mamporros con Iron Man, sin más trascendencia en la trama desarrollada por Bruce Jones. Luego comenzó PLANETA HULK que sí estuvo muy bien (para mi gusto)

  2. Nononono…
    Tempestad fue una miniserie escrita por Peter David y pensada para el Universo Ultimate, que en el último momento colaron en la colección del universo estandar.

    Al final, la historia es que Pesadilla ha conseguido crear una brecha entre su mundo y el nuestro desde el que llevaba tiempo torturando al gigante verde. Se supone por lo tanto que toda la etapa de Jones es en gran parte un sueño… una pesadillla. La chica que aparecía por ahí era hija de Pesadilla… y se insinuaba que la madre era Betty Banner, o algo por el estilo.

    Salu2!

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