Acabo de llegar de ver el primer pase que he encontrado en salas de la nueva película del Motorista Fantasma, y he tenido la gran experiencia de estar SÓLO en una megasala para verla (casi como un estreno para mi sólo), y creo que ha sido la única sensación nueva que he tenido durante hora y media larga.
Es patente que el personaje no tiene el peso ni la trayectoria de los últimos estrenos de Marvel, como Iron Man, Thor o el Capitán América. Ni tan siquiera es una de las invenciones de Stan Lee (sus creadores fueron Mike Friedrich a los guiones y Mike Ploog al diseño gráfico), aunque los tribunales hayan negado la autoría a Friedrich y a prohibirle vinculación alguna con el personaje (la increíble noticia AQUÍ).
Por este hecho, la pelicula adolece de un detalle que nos inflama los corazones a los marvelitas en cada estreno superheróico, el cameo de papá Lee. Pero no es la única ausencia.
Desde el inicio del film, y co-protagonizando el mismo, está el personaje de un niño llamado DANNY. Y si sumamos la segunda parte del título con el nombre de pila del niño, muchos fans podrán pensar en la segunda encarnación de la entidad Zarathos en los cómics. De hecho, hasta se llegan a ver algunas escenas de una mano flamígera de color azul (y no roja, como es la habitual de la encarnación semidemoníaca de Johnny Blaze).
Pero no. El film vuelve a ser una película de Nicholas Cage (un tanto fondón a estas alturas de su madurez), al que le han hecho el regalo de su vida, al encarnar a uno de los héroes de la Casa de las Ideas, con dos peliculas en su haber (ha tenido mejor suerte que Affleck con Daredevil o Hulk, con sus tres intérpretes: Eric Bana, Edward Norton y Mark Ruffalo en The Avengers).
Y como no quiero ser excesivamente negativo, voy a ensalzar ciertas virtudes del metraje.
- BLACKOUT. El villano está fielmente reproducido (aunque el origen fílmico difiera del origen en el cómic) y muestra una crueldad acorde con su naturaleza. No obstante, en todo momento es nombrado por su apellido, CARRIGAN, cosa que no sé si agradecer, ya que podría deslucir mucho un villano traducido como APAGÓN.
- JOHNNY BLAZE. Al margen de que es imposible no pensar en el motorista como Nicholas, en este film se ha trabajado muy bien la dicotomía demonio-hombre, siendo las transformaciones verdaderamente espectaculares, y no sólo por el apartado de efectos especiales. Cage nos muestra realmente a un ser atormentado por el hecho de estar poseído por un ente que ni quiere ni controla, y cada vez que Zarathos quiere salir a cumplir su misión vemos la agonía que supone para el protagonista la transformación. Buen punto.
- MARVEL KNIGHTS. Aunque he echado de menos la habitual cabecera de viñetas pasando del resto de películas Marvel, si me ha gustado el inicio con el logo de la línea en la que fue ubicado el Motorista en los noventa (caballeros Marvel), apartado editorial en el que estaban englobadas las colecciones de personajes tan dispares como Daredevil o Punisher.
- PEQUEÑOS DETALLES. La dos letras iniciales de la matrícula en la primera motocicleta que aparece son NC (¿¿Nicholas Cage??), aunque no es la moto del prota, y los 4×4 que inician la persecución de Nadya y Danny llevan matrículas MK (¿¿Marvel Knights??).
- CHRISTOPHER LAMBERT. El inmortal se convierte en METHODIUS, el líder de los monjes que han de impedir que se cumpla la profecía. Impacta la imagen de su rostro tatuado con letras de dios sabe qué textos… Y por supuesto, termina usando una espada ¿A alguien le coge de sorpresa?
El resto del film es entretenido, con buenos efectos flamígeros y una banda sonora para olvidar. Y muy mona la protagonista femenina (italiana toda ella y con un nombre dado a los chistes fáciles, VIOLANTE PLÁCIDO), aunque su papel no difiere mucho del de mujer florero que ejerció EVA MENDES en la primera entrega. Bellezas latinas para distraer la atención de las carencias de la película.
Diagnóstico: Entretenida, sin pretensiones y no excesivamente recomendables para marvelitas.
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